RELATO CORTO
Obra: "De Seda".
Autor: José Luis Pérez Carmona.
"A
veces corría durante horas, intentado olvidar lo vivido la noche
anterior. Gritos de dolor, pacientes acosándonos, fracturas,
hemorragias, derrames y muchas preguntas. Prefería no tener que
contestar más preguntas.
Por
aquella época trabajaba como médico residente. Después de 36 horas
de trabajo llevaba encima lo que llamábamos el “Síndrome del
saliente de guardia”. Es una especia de Jet
lag que
se genera por mantenerte en estado de vigilia mientras atiendes
pacientes de todo tipo. A algunos compañeros les daba por salir a
gastarse el dinero de las horas extra, a otros por tirarse lo que
tuvieran delante y a mi por ir a correr."
Obra: "Signo de Aire".
Autora: Carmen Herrera Castillo.
Anoche
cuando llegué a casa me encontré a mi padre con la cabeza
metida
en el horno. Eran las cuatro de la mañana. La luz del fluorescente
volvía
todo del color del aluminio y, en el fregadero, las torres de platos
sucios—pagodas
de Duralex con restos de comida—parecían la silueta de
una
ciudad a punto de sufrir el embate de un ejército invencible. No
olía a
gas.
«¿Qué
haces, papá?», dije cansado.
Yo
quería irme a dormir sin decir nada, dejarlo ahí, a cuatro patas,
con la
cabeza
reposando sobre la bandeja donde calentábamos las pizzas; pero sentí
algo:
pena, frío, el rastro humeante de las endorfinas que se escabullen.
Suspiré.
Un rugido respondió mi pregunta desde la oscuridad cuadrada. A
estas
alturas ya nada podía sorprenderme pero ver que mi padre estaba
roncando
con la cabeza metida en el horno hizo que un sentimiento húmedo
erizara
mi piel, subiera por mi garganta, cuajara en mis ojos.
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